Para reemplazar la «crema de leche». O simplemente… ¡Para aprender a hacerla de una vez por todas!
Ingredientes
- Coco fresco, 1
- Agua Caliente, 1 taza
Preparación
- Perfore uno de los lunares que tiene el coco en la superficie y vacíe en un bol el agua que contiene. (¿Sabe que esta agua es buenísima como «agua de la belleza» para refrescar el cutis después de demaquillarse?).
- Parta con un martillo la cáscara dura, desprenda la pulpa y quítele a ésta cáscara marrón, utilizando un cuchillo filoso.
- Ralle a mano (en máquina, no) la pulpa blanca del coco (previamente lavada y seca) hasta obtener 1 taza de pulpa.
- Coloque la taza de pulpa de coco y el agua caliente en una licuadora o en la procesadora y licue o procese durante 2 minutos, raspando el bol para que toda la pulpa se desintegre bien.
- Filtre todo lo licuado en un bol, a través de un lienzo fino (o gasa) puesto en un colador para caldo. Levante el lienzo y retuérzalo para exprimirle biuen todo el líquido (guarde la pulpa seca para sus inventos dulces…)
- Ponga «la leche de coco» en un recipiente con tapa y guarde en la heladera hasta el día siguiente. Al día siguiente retírele la «nata» que se le pudiera haber formado.